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¿Cómo calcular el TAE? La fórmula más sencilla

Publicado: Miércoles, 04 Enero 2023

Si en alguna ocasión has tenido que pedir un préstamo o un producto de financiación, seguro que entre las condiciones que aceptaste al contratarlo te habrás encontrado con el TAE. También es posible que hayas oído o leído sobre él en publicidad en cualquier medio, cuando lo que se anuncia es un producto que se compra habitualmente a plazos o mediante un préstamo.

Está en todas partes, y lo has visto tantas veces que te resulta familiar, pero ¿sabes qué es realmente el TAE?

¿Qué es realmente el TAE?

Lo primero que debes saber, y que ya te dará una pista sobre lo que significa, es que las siglas TAE se corresponden con Tipo Anual Equivalente (o en femenino, la TAE o Tasa Anual Equivalente, que es exactamente lo mismo).

El siguiente aspecto, muy interesante, es que el TAE es el tipo que refleja de forma más precisa y adecuada lo que realmente te va a costar ese producto financiero. Esto es así porque, además de tener en cuenta el tipo de interés del préstamo (que se llama Tipo de Interés Nominal o TIN), el TAE también aglutina y refleja otros gastos y comisiones asociados al mismo, y que el banco o la entidad financiera que te concede el préstamo también va a cobrarte.

Esos gastos y comisiones representan, por tanto, cantidades adicionales que supondrán un mayor gasto para ti y repercutirán en el importe final que tendrás que abonar a la entidad. Además, el TAE tiene en cuenta otros aspectos, como el capital inicial prestado, la duración del préstamo y la frecuencia con la que este va a devolverse (mensual, trimestral…).

Entonces, ¿cuáles son esos otros gastos asociados que el TIN no recoge, pero la TAE sí? Se trata de algunas comisiones (por ejemplo, la de apertura) o determinados gastos de gestión en los que el banco incurre a la hora de concederte el préstamo.

¿Para qué sirve calcular el TAE?

El hecho de que el TAE refleje de forma efectiva no solo el interés del préstamo, sino también los demás gastos asociados, representa una enorme ventaja: te permite comparar directamente el coste de diferentes préstamos con condiciones distintas.

Como el TAE resume toda la información de los gastos asociados a cada uno de esos préstamos, puedes comparar un TAE contra otro y hacerte inmediatamente una idea de qué préstamo te saldrá más barato para, por ejemplo, comprar un piso.

Lo único que hace falta para que la comparación sea perfecta es que los préstamos que estás comparando tengan exactamente el mismo plazo.

Aun así, hay ciertos gastos que el TAE no recoge: por ejemplo, los impuestos o los gastos de tasación de bienes (en general, los pagos a terceros). Esto significa que, cuando estés comparando varios préstamos mediante el TAE, la comparación te estará dando una información que no recoge esta clase de gastos adicionales. Por tanto, tenlo presente y no te olvides de que están ahí, ya que deberás tenerlos en cuenta y compararlos aparte.

El hecho de que el TAE sea el tipo que refleja con mayor transparencia el coste real de los productos financieros es el motivo de que el Banco de España lo crease en 1990 y obligase a que, a partir de ese momento, todas las entidades financieras lo incorporasen claramente en toda su documentación, ofertas, contratos y publicidad.

¿Cómo se calcula el TAE?

Ahora que ya tienes completamente claro lo que es el TAE, de dónde viene y para qué sirve, nos queda un último paso: te vamos a contar cómo calcular el TAE de un préstamo.

El TAE se calcula mediante la siguiente fórmula:

TAE = (1+r/f) f -1

En esta fórmula, r = TIN (Tipo de Interés Nominal) y f = frecuencia con que se va a devolver el préstamo (por ejemplo, si se va a devolver en plazos mensuales f sería igual a 12; si son plazos trimestrales, sería igual a 4…)

Pongamos un ejemplo: imaginemos un préstamo de 10.000 euros, a devolver en plazos mensuales a lo largo de 5 años, y para el cual el banco nos indica un TIN del 3%.

Si calculamos solamente el coste del préstamo con el TIN, tendremos:

10.000 x 0,03 = 300 euros. Por tanto, 300 euros es el precio que pagaríamos por este préstamo si solo nos atenemos al TIN (además, por supuesto, de devolver los 10.000 euros del capital que nos ha sido prestado).

Si calculamos el TAE, en cambio:

TAE = (1+0,03/12) 12 -1= 0,0304

Por tanto, el auténtico coste del préstamo en cuestión es:

10.000 x 0,0304 = 304 euros.

Aunque en el ejemplo la diferencia parece pequeña, el impacto de calcular con el TIN o con el TAE puede ser grande dependiendo del capital inicial, el plazo del préstamo, la periodicidad con que vamos a devolverlo, o incluso el propio TIN.

Conclusión

Hasta ahora solo nos hemos referido al TAE como reflejo del precio que pagarías al contratar un préstamo o producto financiero. Sin embargo, es igualmente posible que te encuentres con el TAE en productos de ahorro: en este caso, el TAE te indica el rendimiento que dicho producto te ofrece. Dicho de otro modo: lo que realmente vas a ganar con ese producto si lo contratas.

En palabras del Banco de España, el TAE refleja el coste o rendimiento efectivo de cualquier producto financiero.

Como último dato, en la página web del Banco de España puedes encontrar un simulador que te ayuda a calcular el TAE de diversos tipos de préstamo, así que, si no quieres complicarte la vida con hojas de cálculo, de ahora en adelante tienes todas las herramientas que necesitas para saber exactamente cuánto vas a pagar (o a recibir) al contratar un producto financiero. ¡No puedes tenerlo más fácil!